Do MIGALHAS LATINOAMERICA
(Publicado por EFE y AP, 2 agosto 2012)
En
el mayor juicio por corrupción de la historia de Brasil, la Corte Suprema
comenzará a juzgar, a partir de hoy, a los 38 sospechosos del escándalo conocido
como "mensalão", un gigantesco esquema de compra de apoyo político con fondos
públicos, que involucró a varios altos funcionarios del Partido de los
Trabajadores (PT) e hizo tambalear al gobierno del ex mandatario Luiz Inacio
Lula da Silva.
El
"juicio del siglo", como lo llama la prensa brasileña, es considerado
el más importante de la historia de la Corte tanto por la cantidad de acusados
como por el peso político de varios de
ellos.
Entre los sospechosos figuran tres ex ministros, ex diputados,
publicistas, empresarios bancarios y figuras emblemáticas del PT, que en 2005
utilizaron dinero público para sobornar a diputados de la oposición para que
apoyaran iniciativas gubernamentales y para financiar las
campañas.
Según la policía, mediante esta trama financiera ilegal fueron
desviados unos 101 millones de reales (42 millones de dólares de aquella
época).
Lula, fundador y líder del PT, fue excluido de la causa penal y
aunque el escándalo estalló en 2005, en la recta final de su primer mandato
(2003-2006), consiguió ser reelegido hasta 2010. El ex presidente siempre negó
conocer la existencia de un esquema de corrupción para comprar votos en el
Congreso, se declaró "traicionado" y ofreció disculpas públicas en nombre del
PT.
De
todos modos, su partido, al que también pertenece la presidenta, Dilma Rousseff,
perdió dirigentes históricos y una de sus armas políticas más poderosas: la
bandera contra la corrupción que alzó desde su
origen.
El
costo podría extenderse a las elecciones municipales de octubre, donde la imagen
del PT podría verse afectada. Estos comicios diseñarán, además, el mapa político
para las elecciones presidenciales de 2014.
El
escándalo del "mensalão" (mensualidad), el peor durante el gobierno de Lula,
"fue el más atrevido y escandaloso esquema de corrupción y desvío de dinero
público descubierto en Brasil", según afirmó el procurador general Roberto
Gurgel.
Los
38 sospechosos están acusados de haber llevado adelante un esquema de
recaudación de dinero no declarado durante la campaña presidencial de 2002, que
llevó a Lula a la presidencia. La supuesta trama financiera ilegal se habría
mantenido luego para sobornar a decenas de diputados y "comprar" sus votos en
favor del gobierno, que asumió el 1° de enero de 2003 sin mayoría
parlamentaria.
El
escándalo fue destapado por el ex diputado Roberto Jefferson -uno de los
acusados y actual presidente del Partido Laborista Brasileño (PTB)-, quien, en
junio de 2005, reveló en una entrevista que algunos diputados recibían dinero
público para aprobar las leyes enviadas por el Poder
Ejecutivo.
El
jefe de toda la operación, otro de los acusados, era José Dirceu, ex "hombre
fuerte" de Lula, eminencia del PT y en aquel momento jefe de gabinete del
gobierno. Su abogado, José Luiz Oliveira, negó ayer la existencia del
"mensalão".
"No
existió la compra de votos (...) Decenas de testigos afirman que Dirceu no tenía
conocimiento de los préstamos y las transferencias (de dinero)", dijo al diario
O Globo.
El
esquema se llamaba "mensalão" porque los corrompidos recibían dinero una vez por
mes, que ellos o sus secretarios o choferes pasaban a buscar por un banco en
Brasilia.
El
esquema consistía supuestamente en adjudicarle contratos millonarios de empresas
del Estado al empresario publicitario Marcos Valerio Fernandes. Con esos
contratos, el empresario pedía créditos a bancos, con los que formó un botín
millonario para pagarles a las personas que le
ordenaban.
Por
eso, Fernandes era conocido como "el hombre de las valijas" de dinero, que
supuestamente entregaba personalmente a los parlamentarios. Fue señalado como el
"director financiero" de la trama.
El
interlocutor de Fernandes era el tesorero del PT, Marcos Delubio Soares (también
acusado), que por operar el esquema recibía una comisión y era el encargado de
determinar los beneficiarios de los sobornos en el
Parlamento.
Otro
procesado es el publicista Eduardo "Duda" Mendonça, quien dirigió todo lo
relativo a la imagen de Lula en la campaña de 2002 y confesó que parte del pago
por sus servicios le fue depositado por el PT en cuentas que debió abrir para
ese fin en paraísos fiscales.
También estarán en el banquillo de los acusados el ex presidente
del PT y actual asesor del Ministerio de Defensa José Genoino; el ex ministro de
Información Luiz Gushiken y el ex presidente de la Cámara baja y actual diputado
João Paulo Cunha.
El
único de los dirigentes que no serán juzgados es Silvio Pereira, ex secretario
general del PT, quien llegó a un acuerdo con la
Justicia.
Los
procesados son 22 antiguos dirigentes de cuatro partidos políticos, tres ex
directivos del Banco Rural (privado) y otro del Banco do Brasil (público), tres
operadores del mercado financiero, un ex funcionario del Ministerio del Trabajo
y ocho empresarios publicitarios.
Los
acusados responden por siete delitos: formación de cuadrilla, corrupción activa
y pasiva, peculado, evasión de divisas, lavado de dinero y gestión
fraudulenta.
El
"juicio de siglo" es una prueba para el sistema judicial brasileño cuya
credibilidad está en juego.
Los acusados
José
Dirceu
El
ex jefe de Gabinete (2003-2005) y hombre fuerte del gobierno, aspirante a
sucesor de Lula, es acusado por la fiscalía de ser el jefe de la red de
corrupción. Enfrenta una pena mínima de 15 años de
prisión.
José
Genoino
Debió renunciar a la presidencia del Partido de los Trabajadores
(PT) tras las denuncias. Está acusado de comprar votos en el Congreso con dinero
de contratos de publicidad con el Estado.
Delubio Soares
Según la fiscalía, el ex tesorero del PT era el encargado de
determinar los beneficiarios de los sobornos entre los legisladores. Fue el
único expulsado del partido por el
escándalo.
Duda Mendonça
Como
publicista dirigió la campaña presidencial de Lula. Confesó que parte de los
sobornos le fue depositada luego por el PT en cuentas de paraísos fiscales. Está
acusado de lavado de dinero y evasión de
divisas.
El juicio en cifras
-
US$ 42.000.000
Es
la cantidad de dinero de la campaña presidencial de Lula da Silva que fue
desviada para sobornar a legisladores y obtener su apoyo a los proyectos del
oficialismo.
- 38
los acusados
Entre ellos hay líderes legendarios del PT fundado por Lula en
1989. En principio eran 40, pero dos acusados ya llegaron a un acuerdo para
cumplir una pena alternativa.
-
44.265 las páginas del expediente
Luego de siete años de investigaciones, el procurador general logró
reunir numerosas "pruebas documentales" sobre la red de corrupción y lavado de
dinero.
- 15
sesiones del Tribunal Supremo
Es
lo que se estima que llevarán las audiencias hasta que los jueces lleguen a una
sentencia en septiembre próximo. Todo el proceso será transmitido por
televisión.